15 mitos y tabúes populares sobre sexualidad

Inicio  /  15 mitos y tabúes populares sobre sexualidad

15 mitos y tabúes populares sobre sexualidad

15 mitos y tabúes populares sobre sexualidad

Febrero 01, 2016

En tiempos de educación sexual y de liberación de los cuerpos, la médica ginecóloga Florencia Salort se ocupa de identificar para Entremujeres Clarín las dudas y creencias más frecuentes sobre sexo.

 

Los mitos son supuestas verdades que repetimos y enseñamos a través de generaciones o de persona a persona, creyendo que son verdades. No tienen asidero, pero se las ve como irrefutables.

 

No creo que haya tantos mitos y falsas creencias como sobre la sexualidad. Porque no se habla de frente, porque durante muchos siglos ha sido un tabú.

 

Desde siempre nos enseñaron que, cuando se habla de sexo o sexualidad, “eso no se pregunta”, “sacá la mano de ahí”, “esto no es para vos”, “eso lo hacen los que son pervertidos”, “no se pregunta eso en la mesa”, “no es el momento ahora”, “después lo hablamos”. ¿Te suena? Como si hablar y vivir la sexualidad pasara por una decisión consciente.

 

Pero los "no" también enseñan. Los silencios, la indiferencia, el cuerpo, los gestos, las emociones, también son sexualidad. Y si no lo hablamos, seguimos pensando en el sexo con el cristal de los prejuicios, las culpas, los patrones, los dogmas y paradigmas que están tan lejos de la realidad de lo que somos, que nos impiden vivir plenamente.

 

¿Hablamos? Comencemos por algunos mitos comunes que se dicen por ahí:

 

1. "La primera vez no me puedo embarazar”. FALSO. Toda vez que un pene contacte con una vulva o vagina hay riesgo de embarazo si no se usa un anticonceptivo, sea que eyacule o no (por la uretra masculina, antes de eyacular, sale un fluido que contiene también espermatozoides).

 

2. “Los hombres siempre tienen ganas". FALSO. Como les pasa a las mujeres, los hombres a veces tampoco tienen ganas de tener sexo por múltiples factores: cansancio, estrés, problemas maritales o de comunicación, enojos, estar con la libido en otro lado, etc.

 

3. “Existen dos orgasmos: el clitorídeo y el vaginal”. FALSO. El orgasmo se produce a través de la estimulación del clítoris generalmente en forma directa (mano, lengua, juguete, pene, vulva, etc). Sólo aproximadamente el veinte por ciento de las mujeres pueden tener un orgasmo con la penetración del pene sin estimulación externa del clítoris, y esto puede ocurrir porque con la penetración se estimulan las ramas internas del clítoris que se sitúan en la parte anterior de la vagina, o por el frotamiento de la mecánica de roce en alguna posiciones sobre el clítoris con el pubis de la pareja. Es decir, todos los orgasmos terminan siendo a partir del órgano de placer femenino.

 

4. “La post-menopausia genera bajo deseo sexual”. FALSO. En esta etapa se puede disfrutar perfectamente del sexo y llegar al orgasmo satisfactoriamente. Generalmente sólo aumenta el período de meseta hasta llegar al orgasmo.

 

5. “Si uno no tiene sexo con penetración ni con los genitales, no tiene sexo”. FALSO. La sexualidad abarca mucho más que los genitales. Miradas, besos, abrazos, el compartir, el auto placer, la fantasía, forman parte de la sexualidad.

 

6. “Una sexualidad plena depende de la frecuencia sexual”. FALSO. La sexualidad plena depende de la coherencia que hay entre lo que yo quiero para mi sexualidad y la realidad sexual que tengo, siempre con respeto hacia mí y hacia el otro.

 

7. “Los ancianos no pueden tener orgasmos”. FALSO. La edad no es un factor que por sí solo condiciona la posibilidad de tener orgasmos.

 

8. “A las mujeres no les gusta tanto el sexo oral como a los hombres”. FALSO. Cada mujer elige lo que le gusta y muchas gozan del sexo oral sin problemas y hasta lo eligen más que a la penetración.

 

9. “Los hombres se masturban casi todos, pero las mujeres mucho menos”. FALSO. Gracias a la educación sexual, y a que cada vez hay menos prejuicios, las mujeres se masturban, conocen su cuerpo y se permiten autosatisfacerse sin culpa (aunque todavía estamos luchando contra el tabú).

 

10. “Es mejor tener juntos el orgasmo, indica mejor acto sexual”. FALSO. Los tiempos de los orgasmos son de cada uno, y de la mecánica de la pareja, y generalmente cambian en cada relación. El orgasmo juntos no es ni mejor ni peor, depende de cada pareja.

 

11. “No se debe tener relaciones coitales menstruando”. FALSO. La menstruación no contraindica la penetración ni tener sexo, puede generar un momento muy placentero.

 

12. “Existen las mujeres frígidas, son las que no tienen orgasmos”. FALSO. Toda mujer puede llegar al orgasmo. Necesitan su tiempo (no tenemos el mismo ritmo que los hombres), conocerse, sentirse estimuladas y darse permiso para el placer.

 

13. “Los hombres tienen disfunciones eréctiles casi siempre por motivos orgánicos”. FALSO. La mayoría de los hombres tiene disfunciones eréctiles por motivos emocionales. Aunque es algo frecuente, igual hay que descartar la causa orgánica con el urólogo y el cardiólogo.

 

14. “Si usamos doble preservativo nos cuidamos mejor”. FALSO. El preservativo se usa de a uno por vez. Desde que el pene tiene un primer contacto con la vulva hasta que termina la relación sexual. Si se usa doble, hay más probabilidades de que se rompa.

 

15. “El tamaño del pene es decisivo para el goce de los varones y las mujeres”. FALSO. El goce y el sexo de ambos no dependen del tamaño del pene. La sexualidad abarca toda la piel en el varón y en la mujer para que formen parte del erotismo y la estimulación. El orgasmo se da en un pene de cualquier tamaño; y en la mujer, no depende de lo largo del pene, ya que la vagina no tiene sensibilidad interna y el orgasmo siempre es clitorídeo.

 

Y como dice más o menos Serrat, “la sexualidad y el placer los han puesto para ti, no los mires desde la ventana, siéntate al festín”. (Cualquier cambio con la frase original es pura coincidencia). Así que amiga o amigo lector, ¡a hablar de sexualidad pero, sobre todo, a gozarla!

 

Por Florencia Salort, médica ginecóloga del Hospital Italiano de Buenos Aires, docente universitaria y miembro de la Asociación Argentina de Endocrinología, Ginecología Reproductiva y de la Sociedad Argentina de Ginecología Infantojuvenil.