La mayoría de las sesiones de masajes terapéuticos involucran clientes masculinos y terapeutas vip femeninas, por lo que la siguiente información la creamos sobre esta premisa
“Cancanear” es un término que, con una acepción distinta a la que aquí vamos a abordar, recoge la RAE. Para la Real Academia Española, “cancanear” es la acción de errar, vagar o pasear sin objeto determinado (también tiene otras acepciones como tartamudear, trepidar un motor que falla o mostrarse vacilante)
“¿Os habéis acostado?”, “¿habéis dormido juntos?”, son preguntas incriminatorias que los amantes realizan a sus parejas con el fin de averiguar si han mantenido relaciones sexuales con un tercero.
La virilidad ha sido de antiguo un propósito. Un lugar simbólico y representativo hacia el que tenía que tender lo masculino, una especie de marchamo de calidad a lo “pata negra” y un modelo y patrón de reafirmación de las cualidades, apariencias y acciones a los que todo hombre que se precie de serlo debe aspirar a lograr.
En geometría, un punto es lo que describe una posición en el espacio con relación a un eje preestablecido de coordenadas. Un punto sería algo así como lo que permite establecer un “aquí” perfectamente concretizado (es “aquí” y no “allí”)
Eso que solemos llamar el “gusto”, con relación a las preferencias que un individuo establece en distintos órdenes de su vida, es el sustento que conformarán las negociaciones y los conflictos cuando ese sujeto pretenda establecer una existencia compartida con otra persona.
Lo de vivir en pareja es un poco como el conducir sobre hielo. Sabes que cualquier corrección que realices con el volante en la dirección o cualquier cambio brusco de la velocidad, bien tocando el freno o el acelerador, pueden ocasionar el patinazo y la salida de pista
Si en nuestro conocimiento de las cosas hay algo más inquietante que un tópico es que ese tópico quiera ser llevado a la demostración.
Hace ya más de una treintena, cuando inicié los primeros tanteos de una incipiente sexualidad adulta, las mujeres no eyaculábamos.
No hay que ser muy docta en farmacología como para saber un par de cosas. Una primera es el hecho de que un fármaco afecta en mayor o menor medida nuestra sexualidad y nuestras interacciones sexuales del mismo modo que afecta nuestra personalidad o nuestro ánimo.