Problemas sexuales femeninos

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Problemas sexuales femeninos

Problemas sexuales femeninos

Mayo 01, 2017

Los problemas mas habituales en la sexualidad femenina son las dificultades en el deseo erótico, el vaginismo, la dispareunia (o coito doloroso), y las insatisfacciones de pareja.  ¿Ha cambiado la sexualidad femenina? Es cierto que la forma en que la sociedad contempla la sexualidad femenina ha cambiado. También la educación que se ofrece a las mujeres y los hombres ha cambiado, así como los papeles que se le asignan. Sin embargo, ciertos cambios son más superficiales que profundos.

 

Un cambio importante es que ya se acepta que la mujer también tiene su propia vida erótica, y tiene derecho al placer. Sin embargo, como muestra de que no se ha avanzado tanto, cabe señalar el hecho de  que se considera que ese placer debe proporcionárselo el varón, y de que ella debe adoptar un papel pasivo en las relaciones eróticas, sobre todo las que incluyen los genitales, siendo él el que debe saber “cómo, dónde y cuándo” deben hacerse las cosas.
Una muestra clara de esta mentalidad que deja en manos de la habilidad del varón el placer femenino, es la famosa frase de Marañón: “No hay mujeres frígidas, sino hombres inexpertos” (frase que por cierto, no beneficia en nada al varón, en otro apartado hablaremos de ello). La mujer al fin tiene sexualidad, pero no es dueña de ella.

 

¿Cuáles son los principales problemas que se suelen presentar en las consultas de sexología, por lo que se refiere a la sexualidad femenina?

 

Los principales problemas con los que una mujer suele acudir a la consulta de un/a sexólogo/a y terapeuta de pareja suelen estar relacionados con las dificultades para disfrutar de sus relaciones eróticas. Concretando más, de aquellas relaciones eróticas que incluyen los genitales, y del coito principalmente. Y esto se traduce tanto en dificultades para alcanzar placer y orgasmos, como en un bajo o inexistente deseo.

 

Y esto no es precisamente “casual”, sino que se debe a varios factores:

 

Socialmente aún se espera que el papel que la mujer asuma, tanto en la vida como en el terreno de la sexualidad, sea pasivo. Si bien actualmente se admite que la mujer tiene sexualidad, se considera que es una sexualidad que ha de despertar el hombre, su compañero sexual. Se enseña a la mujer que no tiene que hacer nada especial para descubrir su sexualidad (de hecho, se la presiona para que no haga nada), se asume que la mujer simplemente debe esperar que llegue el hombre adecuado para “despertarle su erotismo”. Por tanto, muchas mujeres no conocen su geografía sensual, no saben qué les gusta a nivel erótico (sobre todo a nivel genital), desconocen la anatomía de sus genitales, e ignoran completamente cómo masturbarse y cómo lograr un orgasmo. Por lo tanto, poco pueden enseñarle a su pareja acerca de sus gustos y preferencias, o de cómo debe estimularlas para obtener placer.

 

Otro punto importante es que la sexualidad de hombres y mujeres no es igual. El coito no es, para muchas mujeres, el método más adecuado para lograr el orgasmo, en contra de lo que usualmente se piensa. El coito es, desde luego, adecuado para la estimulación del pene del hombre (aunque no todos los hombres llegan al orgasmo con el coito, en otro apartado hablaremos de esto) pero el clítoris de la mujer, que se encuentra fuera de la vagina, necesita estimulación adicional, ya que el pene durante el coito no lo estimula. Por esta razón, muchas mujeres no logran el orgasmo en el coito, porque no saben estimularse, no saben dónde está su clítoris ni cómo acariciarlo, no saben usar fantasías, y si a ello le unes un coito con escasas caricias (caricias que en muchos casos se utilizan como un medio para excitar a la mujer, y que luego se abandonan en la penetración), y una mujer que ignora cómo obtener un orgasmo (por ejemplo, durante la masturbación), no es extraño que muchas mujeres no disfruten de sus relaciones coitales.

 
La sexualidad como algo personal…que puede compartirse

 

Otro número importante de mujeres acude a terapia por un problema de vaginismo, que consiste en contracciones involuntarias de la musculatura pubococcígea que impide la penetración. También hay mujeres que pueden realizar un coito, pero que tienen dolores y molestias durante el mismo, y acuden a terapia por este motivo.

 

El vaginismo, tiene un pronóstico excelente, y el tratamiento más efectivo (asi como el de la dispareunia de base no orgánica), ha demostrado ser el sexológico.

 

También acuden muchas mujeres por problemas de pareja, aunque en esto ahora prácticamente la estadística de hombres y mujeres que solicitan consulta por este motivo está igualada.

 

Los hombres fundamentalmente acuden a consulta por problemas de erección o dificultades para controlar su eyaculación, aunque hay que señalar que últimamente están apareciendo un número mayor de casos de hombres con falta de deseo, y también que solicitan consulta para superar el miedo al compromiso (por cierto que es llamativo que esté cambiando el tipo de problemas por los que los hombres acuden a la consulta de sexología).

 

Como curiosidad, señalar que los problemas de falta de deseo en hombres, en muchos casos tienen una etiología diferente a las problemas de falta de deseo en mujeres. En el caso del hombre, la falta de deseo suele estar motivada por un estilo de vida tan agotador que no deja energías suficientes a la persona para desear mantener una relación erótica, y a veces también por las experiencias anteriores, que resultaron de alguna forma traumáticas o desagradables.

 

Por María Victoria Ramírez Crespo