Las fantasías sexuales es algo que todos tenemos y suelen superar nuestra propia voluntad e incluso aumentan y potencian nuestro deseo.
En muchos casos hablar de fetiches genera verguenza al punto que no nos animamos a hablar con nuestras parejas y terminamos contratando los servicios de una escort.
Los fetiches más comunes se tratan de una atracción excitante no solo hacia una persona, también se sienten atraídos por determinados objetos como látigos, zapatos, ropa de cuero, etc.
El retifismo es la atracción por los zapatos y hasta llegan al orgasmo solo observando, acariciando, oliendo, besando o lamiendo el calzado de la escort emparentandolos con los genitales de la mujer.
La podofilia es cuando el deseo sexual está concentrado en los pies de la escort y a la mayoría les excita observar, tocar, lamer, oler o incluso frotar sus genitales en ellos para masturbarse.
La quirofilia es la atracción sexual por las manos y puede tratarse de una parte en particular, como los dedos, la palma, las uñas o la atracción a una acción realizada por las manos.
La excitación con la ropa como lencería, medias, corsés, etc. son muy comunes y no solo generan excitación en quienes las observan sino que también potencian la líbido de quienes las usan ya que logra mejorar su confianza y autoestima.
El cuero o látex están relacionados al poder de quién lo utiliza y es muy usado por las Escort que realizan prácticas de dominación.
La misofilia se trata de oler la ropa interior usada debido a la segregación de sustancias atractivas para el olfato tales como flujo, menstruación, orina, semen e incluso excremento.
La estigmatofilia es el placer de observar tatuajes y piercing en otras personas e incluso les genera excitación observar marcas en la piel o perforaciones.
El voyeurismo es disfrutar observando como se masturba otra persona o a una pareja teniendo sexo.
El sadismo genera placer sexual dando órdenes y sometiendo a otra persona para su propio goce.
Los masoquistas se excitan adoptando una actitud sumisa en el sexo y les genera placer el dolor y el sufrimiento que les provoca la crueldad de quienes los dominan.
Como dijimos al principio los fetiches nos superan, no decidimos voluntariamente lo que nos puede excitar, por el contrario, debido a distintas circunstancias que vivimos desde chicos nos puede quedar marcado para siempre nuestros gustos sexuales, fetiches y fantasías.
