En esta oportunidad, te contaré algunas cosas sobre el sexo anal, también conocido como “sodomía”, término que ya no es tan utilizado ¡Afortunadamente! Proviene de la ciudad de Sodoma, “la cual según la Biblia, fue destruida por Dios por ser una ciudad pecaminosa”. Cuando hablamos de sexo anal, nos referimos a la penetración, ya sea con el pene u otro objeto, por el recto. Como la mayoría de los temas relacionados con la sexualidad, el sexo anal no se salva de ser un tema tabú y por ende está rodeado de mitos, de los cuales aquí te compartiré y aclararé los 5 más comunes. Acompáñame a seguirle poniendo a nuestras vidas, Sentido Sexual.
Por lo general, el sexo anal no tendría por qué doler, siempre y cuando se tomen precauciones, tales como el hacerlo despacio e in crescendo. Es decir, ¡tómatelo con calma! y empieza lentamente a estimular alrededor del ano con los dedos y luego el esfínter anal e ir así avanzando hasta llegar a la introducción del pene. Además, a diferencia de la vagina, el recto no se lubrica solo y es por esto que se requiere como “regla de oro” siempre usar lubricante. El más recomendado en éste caso es a base de silicona. Como te puedes dar cuenta, sí es posible tener sexo anal sin dolor y si duele es mejor revisar qué está pasando y qué lo ocasiona.
Esto es completamente falso. La preferencia genérica u orientación sexual no determina las prácticas sexuales de una persona. Son varios los estudios científicos que desmienten esta creencia y que han encontrado que, tanto personas y/o parejas heterosexuales como homosexuales, han tenido relaciones sexuales anales.
Así como las prácticas sexuales no dependen de la preferencia genérica, tampoco dependen del sexo (mujer o hombre). Un estudio publicado en Journal of Sexual Medicine (Benson; Martins and Whitaker, 2015), encontró que el 36.3% de las mujeres heterosexuales encuestadas, refirieron que habían tenido coito anal al menos una vez en la vida y el 13.2% respondió que recientemente habían tenido ésta práctica.
Como te mencioné anteriormente, el ser heterosexual, homosexual o bisexual, no se relaciona con las prácticas sexuales que se tengan. Ten en cuenta que, a algunos hombres les gusta que les estimulen el ano como medio de estimulación del Punto P, es decir de la próstata, lo cual puede llegar a ser muy placentero. Un mito que se relaciona con éste es que “un hombre que quiere tener prácticas sexuales anales, es un homosexual en potencia”, lo cual también es falso y vale la pena mencionar esto, porque para algunas mujeres, este mito está muy “bien aprendido” y dudan de la preferencia de su pareja cuando escuchan esto.
En realidad, es totalmente lo contrario. Al igual que otras prácticas sexuales, tales como el coito vaginal y el sexo oral, el tener relaciones sexuales anales, también tiene riesgo de adquirir alguna ITS, por lo tanto me atrevo a decir que otra “regla de oro”, es el uso de condón. Además, recuerda que el ano y el intestino son una zona que está en constante contacto con bacterias y otros microorganismos, algunos de los cuales suelen ser flora natural y es mejor tener precauciones de higiene, como el lavado de manos, uñas cortas y el uso de preservativo, para evitar otro tipo de infecciones, heridas o fisuras en la mucosa anal, entre otros.
El sexo anal es simplemente una práctica sexual y una forma más de tener relaciones sexuales. Sin embargo, ten en cuenta que no para todas las personas, ésta práctica sexual es de su agrado y esto hay que respetarlo. Hay una gran gama de posibilidades en cuanto a los gustos y prácticas sexuales y lo importante de esto es hacer las que desees y te sean placenteras. Espero que hayas disfrutado de este artículo tanto como yo escribiéndolo. Aquí tienes información importante, aclaramos algunos mitos y también tienes algunos tips y reglas de oro, por si te animas a tener sexo anal. Nos leemos en la próxima y recuerda: Ponle a tu vida Sentido Sexual.
Por Caro Gonza
